El artículo que los investigadores publicaron en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism manifiesta que no es pura casualidad que hoy en día las personas se exijan por demás y duerman poco, y a la vez, exista un incremento en la resistencia a la insulina y diabetes.
Para llegar a esta conclusión, los expertos llevaron a cabo el siguiente procedimiento: investigaron la sensibilidad a la insulina de nueve personas saludables, en una noche en la cual durmieron ocho horas y en otra que sólo pudieron hacerlo durante cuatro horas aproximadamente.
Gracias a esta investigación y a la utilización del método del clamp euglucémico hiperinsulinémico lograron determinar que la sensibilidad a la insulina depende en gran medida de cuántas horas se halla dormido.
El método del clamp euglucémico hiperinsulinémico consiste en usar catéteres en la sangre con el fin de medir la cantidad de glucosa que necesita el organismo para equilibrar los incrementos en el nivel de insulina, sin provocar hipoglucemia.
De todas formas, la autora principal del estudio, la doctora Esther Donga, sostiene que hay que realizar más investigaciones con la finalidad de determinar si las intervenciones para mejorar la duración del sueño, también pueden traer beneficios a la hora de equiparar los niveles de glucosa en pacientes diabéticos.
Imagen: vitagenes